Historia 1

Se conocieron por chat y se encontraron una tarde en Plaza Italia.
El la iba a pasar a buscar con el taxi.
Ella, parada en una esquina, miraba a todos los taxistas que pasaban, tratando de reconocerlo. Mal podría hacerlo, pues nunca lo había visto.
Eso la ponía nerviosa. Tantas cosas se contaban de este tipo de encuentros, que tenía un poco de temor.
¿Y si era un loco? ¿Y si resultaba un ser horrible como el de los chistes de chat? ¿Y si era un asesino serial? ¿Y si...?
Todo tipo de preguntas se le cruzaron en la espera.
Sus nervios se mezclaban con la curiosidad, y con las ganas de hacer algo distinto, de probar, solo para ver que pasaba, para saber qué se sentía.
Aunque ella, a pesar de sus temores, confiaba en su instinto. Estaba casi segura de que no se iba a arrepentir.

Un taxi paró, y un muchacho de cabello castaño y alegre mirada, le sonrió.
_¿Te llevo?, le preguntó. Y ella le devolvió la sonrisa y subió sin ruborizarse.
Dieron una vuelta. Conversaron un poco y se gustaron mutuamente.
_Te arrepentiste?, le preguntó el.
Y ella solo contestó con una palabra: "Vamos"
Ya en el hotel, todo fue pasión. Mimos, sábanas enredadas en pieles sudorosas, miradas intensas, caricias, roces, gemidos ...

Su primer cita a ciegas, fue mejor de lo que ella esperaba.
No se hicieron promesas de ningún tipo. Ambos sabían de qué se trataba y estaban de acuerdo. Como si hubieran firmado un convenio de palabra.
Y ambos sabían también, que no se iban a ver nunca mas. No hacía falta. Los dos habían conseguido lo que habían ido a buscar.

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